sábado, 2 de noviembre de 2013

Carta a una estudiante universitaria

Recabando información acerca de las protestas del sector educativo (24-O), he podido comprobar que la entrada acotada “carta a José Ignacio Wert” devuelve un total de 2.990 entradas en Google. Si en la petición prescindimos del nombre de pila del susodicho (“carta a Wert”), las entradas se multiplican hasta la cifra de 39.100. O sea, que el plenipotenciario caballero es, probablemente, el mayor receptor de epístolas cibernéticas de España.

Entre tanta reivindicación, me he dado de bruces con un blog en Internet titulado Cazadora de mentes. Su autora, quien dice ser una estudiante universitaria de Psicología, escribía, en abril de 2012, su carta a José Ignacio Wert. La he encontrado premonitoria de los varapalos que viene recibiendo la comunidad educativa española de parte de este adalid del cinismo y el despropósito. Para hacerle saber
que no está sola, le escribo las siguientes palabras con la intención de transmitirle todo mi ánimo.




Estimada Annabel: 


Me permito dirigirme a ti tuteándote, sin que ello quiera significar una falta al respeto. No, más bien entiéndelo como una forma de acercamiento y de identificación con aquello que plateas en tu misiva dirigida a quien no considero más que otro oportunista en la espesa jungla que ha invadido el orden social y la convivencia de nuestro país.

He curioseado tu blog y he conseguido saber tu nombre (Annabel), pero no sé dónde vives, sí que estudias y cuáles son tus principales motivaciones en la vida. Y, ¿sabes?, a pesar de las enormes diferencias que nos separarán (la edad, que no es poco, es una de ellas), me he sentido identificado contigo. Te declaras fans del conocimiento, luchadora, valiente, intrépida y amante de la libertad. Pero también te gusta el fútbol, las hamburguesas, el rock, la cerveza y, además, sospecho que estás enamorada. Lo primero que te quiero decir es que no eres un bicho raro, así fuimos, sois y serán, con leves variantes, la inmensa mayoría de los jóvenes del mundo. La juventud es una etapa de sueños, donde los soñadores sueñan (soñáis) con transformar y mejorar el mundo. 

Tú generación está desconcertada, estáis desconcertados. Os sentís estafados, engañados, acosados, insultados, vilipendiados… Os desacreditan impúdicamente, se os acusa de irresponsables y de otras infamias innombrables. Se os auguró un futuro de éxito y habéis recibido un presente emponzoñado y embadurnado en hiel. Se os coartan los derechos humanos más básicos: educación, igualdad de oportunidades, vivienda, trabajo… La única alternativa que os dejan es la deportación a otros países, así, sin recato, con argumentos obscenos: ¡movilidad exterior! Tienen la poca vergüenza de decir, esta misma semana,  que “los españoles están perdiendo el miedo a quedarse sin empleo” (ministro De Guindos). Sin palabras.


Origen de la fotografía: http://periodismohumano.com

Apreciada joven, te imagino con poco más de veinte años. Cuando yo gozaba de ese privilegio, hace mucho tiempo, las cosas no estaban bien para los españoles. Yo, seguramente como tus padres, era hijo de una familia humilde, frustrada y amedrentada por la Guerra Civil y la Dictadura. Ellos lucharon por su supervivencia, después, continuamos sus hijos empeñados en cambiar las cosas para que, vosotros y vosotras, tuvierais las oportunidades que a nosotros y a ellos faltaron. Costó mucho, pero durante 30 años siempre hemos mirado hacia adelante, cosechando cada año porciones de bienestar y de derechos para vosotros y para nosotros. Ahí está la gran diferencia entre ayer y hoy. Mientras a unos se nos abría el futuro poco a pocoa otros os lo han cerrado a cal y canto. 

Tu carta está cargada de dignidad, de razón y de premoniciones que se han ido cumpliendo irremediablemente. Suscribo todo lo que dices y, sobre todo, te insto a que no te des por derrotada. Debes saber que vivimos tiempos de hierro, aquellos en los que la justicia huye de la tierra y reinan los vicios y la desolación, según palabras de Hesíodo, hace 2.800 años más o menos en la Antigua Grecia. Intentarán seguir sometiéndonos, utilizarán la fuerza y la represión, pero esas armas solo serán efectivas frente a la ignorancia, no frente al conocimiento. Da por seguro que, entre todos, alcanzaremos el nuevo tiempo dorado del viejo Hesíodo, donde volverán la justicia y la felicidad frente a la miseria.



Tú no has sido la única, nos han cogido a todos a traición, nos han engañado, han sometido a la ciudadanía a un estado de shock cobarde, utilizando el engaño y la ignorancia de muchos. Resistiremos las embestidas de estas hordas voraces de riqueza  y expropiadoras de dignidades. 

Vencerlos no será fácil. Tú has escogido el camino correcto para conseguirlo: abrazarte a tu educación y a tu formación, convirtiéndolas en un patrimonio innegociable. La crítica, el conocimiento y la pedagogía social son las balas que poseemos para echarlos y limpiar la platea de la política de tanta inmundicia.

Y a Wert lo desterrará la historia, que nosotros ayudaremos a escribir, al lugar que se merece. Se habrá perdido leer, estate segura de ello, tu carta que nunca mereció que le dirigieras. Porque tú eres decente, él no. 

Atentamente, 
A.J.G.G.

P.D.: Advierto que tu blog lleva varios meses sin actividad. Espero que sea porque estés muy ocupada con tus estudios y que pronto nos sorprendas con nuevas reflexiones.  


7 comentarios:

  1. Hola Pinguirina: En primer lugar quiero pedirte disculpas porque he eliminado tu comentario por una torpeza a la hora de editar la entrada. Puedes escribir cuanto quieras en mi blog y siempre que te parezca.

    Me alegra de que haya gustado mi carta a Annabel, a la que, como a ti, tampoco conozco. De ella he sabido algunas cosas e igual me he permitido hacer contigo. Sé que eres del Bierzo (buena tierra), que eres amante del cine, que tienes, o has tenido, relación con los medios de comunicación y que tienes ganado un prestigio en Twitter. Tenemos algunas cosas en común (no lo de bercianos): a mi también me gusta el cine, aunque no presto tanta atención como tú a los géneros relacionado con la licantropía y el vampirismo. Sí confieso que con poco más de 20 años me impresionó la novela Drácula de Bram Stoker y, años más tarde, disfruté con su versión cinematográfica de Francis Ford Coppola.

    No tienes que arrepentirte por nada, de aquí hacia atrás has hecho lo que todos, lo que te habían dicho que podías hacer o, incluso, lo que debías. No permitas que te acusen de haber vivido por encima de tus posibilidades porque no es cierto.

    Lo que me vas a permitir que te diga es que no te puedes dar por derrotada. Tú no puedes ser la última universitaria de tu familia, habrás sido la primera, pero tienes que luchar porque tus hijos también tengan las oportunidades que tú has tenido. Es lo que le digo a Annabel. Entre todos tenemos que subvertir esta plaga que ha llegado a nuestro país, y eso se hace luchando, con honestidad, con decencia y con coherencia (formación, crítica y mucha pedagogía para con los que nos rodean).

    Dices que tienes más de 30 años. ¡Estás en lo mejor de tu vida! No claudiques. Yo, al menos, NO lo voy a hacer, por tu dignidad y la mía. Así lo he intentado decir en la entrada de presentación de mi blog: http://aulaadriana.blogspot.com.es/p/mis-razones.html

    Prometo que te seguiré en tus aventuras cinéfilas. Un saludo.

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  2. Antonio, quisiera darte la enhorabuena por el contenido de tu escrito para Annabel, prestándole tu apoyo en un cálido mensaje muy propio de ti y del gran maestro que siempre has sido. También te doy la la enhorabuena por tu contestación a " Pinguirina " animándola en la lucha por un futuro mejor, en el que la honestidad y la decencia, sin olvidar la justicia, sean base de nuestro comportamiento social.
    y lo dices con sinceridad y valentía,defendiendo tu dignidad, la nuestra,y la de todos, por eso, yo, también me doy la enhorabuena... Soy tu amigo , y quería decirlo.¡¡¡

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  3. Mi querido Antonio, no puedo estar más de acuerdo con tu respuesta de 2 de noviembre a la carta que Annabel dirigió al ministro Wert, señor que todavía no ha tenido la decencia de dimitir ya que parece que su jefe no está por labor, después de las tropelías que ha cometido y que culminó ayer con el ridículo ante la ciudadanía por las descalificación que sufrió por parte del Presidente( que es tan culpable como él) ante las numerosas protestas que le llovieron de todos lados y que le obligaron a rectificar, de prisa y corriendo, la retirada de la ayuda de unos 100 euros por parte del Ministerio a los estudiantes Erasmus que ya llevan dos meses en el extranjero.
    Llevas razón, lo que pasa en el pais es desconcertante, estamos como anestesiados a pesar de las numerosas razones que hay para estar indignados ante la situación actual, en la que faltan hábitos y virtudes cívicas, transparencia y falta de control, crítica y autocrítica y sobra prepotencia, cinismo, corrupción, anteposición de los intereses particulares sobre los generales...
    Estoy de acuerdo contigo, hace falta leer más y ver menos la tele, hacer pedagogía democrática para salir de la crisis institucional y moral en la que estamos inmersos.No estaría mal que los que no lo haya hecho todavía, lean el discurso de Muñoz Molina en la entrega de los premios Príncipe de Asturias de este año. Se centra en el valor que tiene , si se hace bien, el oficio que cada uno desempeñamos. Voy a reproducir una frase que creo merece una reflexión: "...es nuestra responsabilidad salvar lo que ganamos gracias a que muchas personas hicieron y hacen bien sus oficios privados y públicos..." Si todos nos aplicáramos el cuento, otro gallo cantaría. Un abrazo. Miguel

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    1. Miguel: Este Wert empieza ya a ser un poco pesadito. Yo creo que está amortizado y que tiene sus días contados como ministro, aunque el daño ya lo ha hecho. Rajoy lo sustituirá antes de las europeas y no te extrañe que lo premie con un retiro dorado en Bruselas.

      Lo demás que comentas es más preocupante: ¿cómo salir del estado de narcolepsia colectivo? Nosotros que nos hemos dedicado a enseñar conocemos el camino, aunque es largo y sinuoso: mucha educación y formación. Creo que tenemos la obligación de implicarnos cada uno en la medida de nuestras posibilidades. La corrupción del sistema es cosa de todos. Algunos ya están en la trinchera activamente, caso de Muñoz Molina, Pérez Reverte, Jordo Ébole... Ellos tienen más influencia que nosotros, pero nosotros también debemos intentarlo en nuestro entorno.

      Te recomiendo que veas y escuches a Hervé Falciani en esta intervención a través de YouTube ( http://partidox.org/conversacion-con-h-falciani/ ).

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  4. Hola Antonio, soy Annabel.
    Siento muchísimo leer esto tan tarde pero la puntualidad nunca fue mi fuerte, quizás el Conejo Blanco que metía prisa a Alicia no me venga mal a mí.
    Me he emocionado mucho con tu misiva, de verdad. Siento decirte que, al igual que muchos jóvenes españoles, yo he tenido que emigrar también. Soy una expatriada ahora. Y mi lucha se ha visto un poco apartada de lado por todos los cambios que han ido aconteciendo en mi vida, que no han sido pocos. No tengo tanto tiempo como antes: trabajo, sigo estudiando, tengo que aprender otro idioma... No son excusas, lo sé, pero ahora estoy intentando volver a esa pequeña rebeldía. A pesar de estar en otro país, sigo muy de cerca la política del mío y, desde aquí, también asisto a asambleas políticas para seguir conociendo y aprendiendo de este mundo tan deshonesto. No hay que criticar sin conocer.
    No sé qué me deparará el futuro, no sé si volveré a España, no sé si seguiré metiendo mis hocicos en política, no sé si me mudaré a otro país... Lo que sí sé es que, esté donde esté, seguiré intentando luchar por algo más justo. Puede ser una utopía, no lo pongo en duda, de hecho, cada día que pasa así más lo creo. Pero al ver otro país y otra cultura, veo que también mi país puede mejorar así que lo seguiré intentando.
    Mil gracias por tu carta, de corazón.

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    1. Hola Annabele: No tienes que excusarte por nada. No sabes cuánto me ha emocionado saber de ti. La verdad es que alguna vez sospeché que tu destino habría sido el de tantos y tantos jóvenes españoles, pero me inquietaba tu desaparición en las páginas de tu blog.

      Mi interés por ti lo entenderás rápidamente. Vivo en una castigada ciudad andaluza y soy un viejo profesor recientemente jubilado, al que se le abren las carnes presenciando el patético espectáculo que se está desarrollando en España. Estoy felizmente casado y soy padre de dos hijas de almas bellísimas, como la tuya. ¡Cómo me voy a sentir al saber de tanto atropello!

      Al conocer tu drama en aquella carta que escribiste al innombrable ministro de educación, no pude por menos que indignarme y lanzarte mi minúsculo grano de ánimo. Ahora que he recuperado noticias sobre ti, te he dedicado una nueva entrada en mi blog. ¿Te importa? No sé si llegarás a verla, pero debes saber que ahora me siento más reconfortado por ti y por tu futuro que ojalá pronto se desarrolle junto a los tuyos.

      http://aulaadriana.blogspot.com.es/2014/10/annabele.html

      Un fuerte abrazo y mucha, mucha suerte.

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