Han pasado más de cuatro años desde la
entrada triunfal del PP en la Moncloa
con una mayoría absoluta exultante,
en buena medida fruto, sin duda, de la ramplonería de la conciencia política imperante en nuestro país que llegó a asumir la
idea de que la responsabilidad de la
crisis económica era de todos y cada uno de los ciudadanos, así, medidos
por un único rasero, auspiciados por las perversidades atribuidas a los sueños de
Zapatero.
Habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades y, cuan niños caprichosos, necesitábamos de una buena vara que nos metiera en cintura y nos enderezase el rumbo. Ahí estaban ellos, dispuestos a usarla por nuestro bien y marcarnos el camino recto como buen mastín guardando su ganado. ¿Qué era eso de haber comprado una vivienda a plazos? ¿Qué no podías pagarla? Pues al desahucio. ¿O es que no sabían ustedes de la implacabilidad de la Ley Hipotecaria? ¿Qué se quiere acoger usted a las ayudas sociales de la dependencia? Lo sentimos mucho, pero son lujos que no se puede permitir nuestro país. Ya vendrán tiempos mejores cuando nuestros bancos estén saneados. ¿Qué está usted en paro y ha agotado la prestación de desempleo? Pues hala, a mamarla con 426 euros, eso sí, si reúne usted los requisitos, si no, las fronteras están abiertas por tierra, mar y aire: movilidad exterior lo llaman. Salvar a la ciudadanía no era la prioridad, había que salvar primero al sistema. ¡Ay el sistema, si nos preguntáramos sensatamente por su esencia!
Nos amenazaron con el cataclismo que
producirían la prima de riesgo y el rescate financiero hasta atraparnos en
una macabra terapia de shock por
cuyos electrodos nos colaron todo: reforma laboral, contrarreforma educativa, liquidación
de la gratuidad de la justicia, bajada de salarios, recortes en becas, en sanidad,
en libertades públicas, unas cifras de desempleo obscenas y una descomunal
deuda pública con la que han endosado a la ciudadanía los despropósitos del despilfarro financiero de los salvadores
de la Patria.
Nos han hablado de transparencia que no se ve por ningún lado. Hemos aprendido poco,
bueno sí, hemos aprendido a convivir
con los ladrones de guante blanco, con los saqueadores de las arcas públicas,
con los nuevos tahúres…, como si formaran parte de nuestro ADN. Sentimos hasta
la tentación de comprenderlos. ¡Qué hubiéramos hecho nosotros de hallarnos en
su lugar!, llegan a proclamar algunos. Ya nos pasan inadvertidos Bárcenas, Urdangarín, la familia Pujol,
los de la Gürtel, los ERES, la Púnica y toda la legión de amadores de lo ajeno que han abrasado el
solar patrio.
Nos vuelven a hacer las mismas ofertas y tragamos.
Más de lo mismo, nada especialmente
nuevo. Sólo alharacas y espectáculo acompañado de fanfarrias rimbombantes. Se
exhiben con frivolidad en los shows televisivos, cantan, bailan, juegan al pin-pong, comentan partidos de fútbol y montan en globo en busca de entontecer
aún más a la manada. Sólo les falta una edición de Gran Hermano para ellos
solitos. Incluso se atreven a advertirnos sin pudor: “O el PP o la nada”,
amenazaba recientemente una Mª Dolores
de Cospedal venida a menos.
Han pasado cuatro años y nos van a volver
a timar el 20 de diciembre, porque aquí estamos de nuevo. Mucho más domesticados.
Vamos de cabeza al matadero sin rechistar, entregados, atónitos, embobados, amedrentados, vendidos
por un plato de lentejas. Que barato les sale. Sólo nos falta balar, como
insinuaba recientemente el bueno de Iñaki
Gabilondo.
A.J.G.G.
*
* *
Buen articulo...
ResponderEliminarGracias Aurelio. Un saludo.
EliminarEso espero yo también. Saludos.
ResponderEliminarLlevas razón. Lo que pasa es que todos no nos apretamos el cinturón lo mismo. Sin ir más lejos, el hijo de la pareja Aznar-Botella, solo se lo ha tenido que apretar hasta poder poner un restaurante en el emblemático barrio madrileño de Chamberí, llamado Perrachica y que visto desde fuera, debe valer un potosí. La Sra, Alcaldesa ha estado haciendo caso omiso de los distintos incumplimientos en cuanto a infraestructuras y ocupación del carril bus, por parte de la distinguida clientela. Bueno, ayer comió con la Sra Cifuentes y se las pudo observar muy cercanas. Todo ello me recuerda un antiguo pensamiento de Confucio: "hasta entre ladrones surgen pactos".
ResponderEliminarLo dramático es que muchos (me refiero entre la gente) ya conviven, hasta complacientes, con esas cosas. ¿No te parece? Saludos.
EliminarDos millones de personas sin prestación de ninguna clase no es un problema es un auténtico drama social, como muchos otros creados por este gobierno corrupto mafioso embustero intransigente del partido popular, si los españoles no reaccionan corremos el riesgo de ser el país más corrupto del mundo y lo que es peor, sin solución.
ResponderEliminarDos millones de personas sin prestación de ninguna clase no es un problema es un auténtico drama social, como muchos otros creados por este gobierno corrupto mafioso embustero intransigente del partido popular, si los españoles no reaccionan corremos el riesgo de ser el país más corrupto del mundo y lo que es peor, sin solución.
ResponderEliminarLo que es preocupante ya es que no se reaccione, Jorge. Saludos.
Eliminarpuedo suscribirlo?
ResponderEliminar¿Si gustas? Saludos
EliminarMagnifico artículo de opinión, Lo suscribo totalmnte. Enhorabuena amigo Antonio.
ResponderEliminarGracias amigo. Saludos
EliminarYo tengo claro que no quiero más de lo mismo ni desperdicio mi tiempo en programas como el que presenta ese señor con apellido de brandy. Borregos hay a millones, lo triste es que muchos son pobres trabajadores con sueldos recortados al igual que sus derechos y libertades (los mismos que sufro yo). ¿Le regalarán una gaviota a cada familia si vuelven a ganar, para que pasen menos penurias en Navidad? Tú lo ves, yo lo veo. Mi pregunta es ¿Hay tantos ciegos en este país? Un post para quitarse el sombrero. Un abrazo de otoño.
ResponderEliminarGracias María José. Un abrazo.
ResponderEliminarToda la razón, lastimosamente, ¿de qué sirve? de nada. Hay mucha gente que en este país da su cheque en blanco al PP como si fueran de un equipo de fútbol. Penoso.
ResponderEliminarFelicidades por el artículo
Gracias Miguel Ángel. Saludos,
EliminarComo siempre , acertado .
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