domingo, 31 de mayo de 2015

Alguien tendría que hablarles de Fair Play

“Y los primeros ahora serán los últimos después,
porque los tiempos están cambiando”.
The Times They Are A-Changin’. Bob Dylan. 1964. 

Parece como si, cuan testaruda avestruz, no quisieran darse cuenta de que las urnas han hablado para decirles que la ciudadanía no se fía de ellos para emprender el largo camino de la regeneración democrática en España. No acaban de enterarse, o tratan de ocultarlo, que el varapalo electoral que han recibido no pueden minimizarlo las pírricas victorias que enarbolan,  amparándose en que sus listas son las más votada (sólo han obtenido el 27% de los votos). Todos los demás, el 73%, han mirado hacia otras opciones. No quiere enterarse el PP que en las elecciones autonómicas del pasado domingo ha perdido el apoyo de más de 2.400.000 votos, el 40% menos que los votos obtenidos en los comicios de 2011, y que en los ayuntamientos se les han esfumado 3.749 concejales (29% de los que poseía). 

Su contrincante natural, el PSOE tampoco ha podido frenar la sangría electoral de hace cuatro años, dejándose en el camino cerca de 700.000 votos (12%) y 950 concejales. No queriendo ser menos, también intentan enmascarar, con la política del avestruz, sus resultados, arrimándose sobonamente a las nuevas fuerzas emergentes, pero éstas se les muestran intolerantes con los incontables episodios de degeneración democrática y sufrimiento ciudadano de los que ellos también tienen que saldar cuentas. 

Hemos asistido durante meses al bochornoso espectáculo del miedo que nos han intentado vender, sabedores, ellos, del calculado déficit educativo perpetuado pertinazmente durante décadas en niveles suficientes como para evitar que la inteligencia ciudadana los desenmascarase. Esa ha sido la estrategia y la práctica de un nuevo caciquismo que, irreductible, ha arrodillado a la ciudadanía con el chantaje de un plato de lentejas.

No quieren admitir que los tiempos están cambiando y siguen utilizando las mismas inmundicias dialécticas de siempre, lo que los delata sobre sus convicciones políticas excluyentes de la mayoría. Ya han hablado las urnas y no paran. A la desesperada siguen enarbolando discursos anacrónicos y apocalípticos que la mayoría no entiende, y que durante largo tiempo han etiquetado como símbolos del mal (¡qué bien les fue siempre con ello!).  Ya no les basta con Venezuela para demonizar los vientos de cambio, ahora resucitan fantasmas tan peculiares como los sóviet, ETA, Bin Laden, Hitler, Isis y hasta se han atrevido a prostituir la identidad histórica del próspero y tolerante Califato de Córdoba, en el que el todo mundo civilizado se miró hace más de diez siglos. Más le valdría a la exministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, repasar la historia, incluso la suya propia, y pedir perdón por su complicidad en llevar la barbarie y la ruina al pueblo de Irak (eso sí que fue el Apocalipsis). No vivimos en un mundo de nostalgia, señora, anhelamos un mundo de justicia que usted y gente como usted decididamente nos han negado. 

No conformes, ahora nos hacen asistir atónitos a los ecos siniestros sobre la actividad infatigable de las máquinas trituradoras de documentos en algunas comunidades autónomas y ayuntamientos, cuyos gobernantes han sido desalojados por las urnas. ¿Qué tratan de esconder? Es, cuanto menos, sospechoso y poco edificante. Alguien tendría que explicarles que juego limpio (fair play) es esa expresión utilizada en el deporte para denominar el comportamiento leal, sincero y correcto en el deporte, en especial hacia el contrincante. Sean deportivos y practiquen el fair play en su comportamiento democrático. ¡Los tiempos están cambiando!

A.J.G.G.





6 comentarios:

  1. Es cierto, Antonio. La vida política del país se ha convertido en un lodazal. O mejor dicho, la han convertido ellos. El miserable espectáculo de Esperanza Aguirre durante la semana última intentando aferrarse a algo o a alguien lo evidencia.
    Pero creo que hay que señalar un matiz: el bipartidismo ha emponzoñado nuestro país, pero creo que no hay la misma culpa democrática en el PSOE que en el PP.

    AG

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    1. Querido Alberto: El PP está tan enfangado que ellos solitos se retratan. Pero nosotros vivimos en Andalucía y las responsabilidades con la corrupción aquí son del PSOE. La depuración de responsabilidades políticas por el caso de los EREs no terminan de llegar. ¿Cuándo van salir de una vez de la poltrona los responsables políticos? Después que hablen los jueces. Lo de los cursos de formación es un saco cuyo fondo no sabemos donde se encuentra. El fraude puede que sea inmensamente mayor que el de los EREs.
      Y aquí nadie dice nada. Dª Susana debe saber que lo que le está pasando es el riesgo de las tácticas políticas que ella ha empleado. Además de pillar las rabietas que agarrarra, tiene que empezar a decirnos cuando va a acabar con los enchufados, con el analfabetismo infame de este pueblo, con el paro, con los recortes en sanidad y educación que también aquí se hacen, con la igualdad de oportunidades y con tantas y tantas cosas que tú y yo sabemos. Yo, al menos, no la veo por la labor. Quizás esté equivocado.
      Un abrazo

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  2. Difícil dar una opinión, sobretodo cuando se cambia con frecuencia de comunidad autónoma. Es muy complicado tema en este momento.

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