Como poco resulta
patético el juego del ratón y el gato que vienen practicando, durante esta
legislatura, los expresidentes de la Junta
de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, eludiendo con todo
tipo de artimañas legales y políticas sus presuntas responsabilidades en el
escandaloso caso de los ERES de
Andalucía, sin desdeñar la sombra que pesa sobre ellos en otra suerte de
corruptelas que han emponzoñado con aire siniestro la vida pública de la comunidad autónoma andaluza.
Fuente de la
imagen: Diario ABC Andalucía
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De ambos hemos de
presumir la presunción de inocencia, pero lo que nadie puede entender, por más
que nos envuelvan con espesos argumentos jurídicos, es que, quienes presidieran
durante más de dos décadas la Comunidad Autónoma, se presenten como víctimas
indefensas de un complot político-judicial, del que huyeron de forma pusilánime,
blindándose junto a su plana mayor con la fétida coraza del aforamiento. Éste
fue el lamentable espectáculo que escenificó el señor Griñán cuando en 2012, tras entregar el patronazgo de Andalucía a
su delfina Susana, se refugió en el Senado nacional, sin antes montar en el
mismo barco a sus colegas, también amenazados por la justicia, Mario Jiménez y Mª del Mar Moreno. Allí, en el Parlamento, les esperaban, bien
apostados, Cháves y Zarrías, también miembros de su distinguido
club de sospechosos habituales. No se preocupen, lo sabemos, es su derecho a la defensa, pero no nos
digan más que se sienten indefensos. Sepan que lo que sí presienten
los andaluces es que ustedes saldrán impunes.
Para indefensión la del pueblo
andaluz, obligado a padecer estoicamente el arte de la prestidigitación que
ellos y ellas exhiben sin contención. Baste señalar el conejo que acaba de
sacar de la chistera la señora Susana
Díaz adelantando un año las elecciones andaluzas en un alarde de oportunismo electoral insólito, sólo
año y medio después de su entronización solemne en la cúspide juntera. Pero
claro, lo que no nos dicen es que con ello nos vuelven a alterar el orden de
prioridades. Ahora toca enfocar el aparato institucional una vez más para que
ellos consigan su perpetuación como élite hasta la extenuación. Ya nos
enteraremos que sorpresas nos reservan para que ello se consuma, ya sabremos
con quienes concuerdan para continuar siendo imparables e imperecederos.
Fuente de la
imagen: Diario ABC
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La señora Díaz quizá no sepa que el pueblo andaluz anhela saber, saberlo todo sobre los ERES y otras infamias que han contribuido a la podredumbre del sistema que, esos mismos que se esconden ahora, han engrasado durante más de 30 años. Que nos diga de una vez la señora Presidenta cuando Andalucía va a ser lo primero y deje ya de pavonearse con arengas y sermones ante los que la ciudadanía continúa perpleja e indefensa. Abra las ventanas de la televisión pública andaluza y póngala al servicio de la información, la cultura y la transparencia en lugar de usarla como instrumento para la perpetuación de la subcultura, el analfabetismo atávico y el nuevo caciquismo que han reeditado.
Los andaluces permanecen indefensos ante la opacidad con que muestran la administración de lo público. Se ven superados al conocer como miles de millones de euros destinados a la formación de 1.400.000 parados (el 34% de la población activa andaluza) se han marchado por las cloacas para el beneficio de amiguetes y colegas mientras la mayoría de los sin empleo carecen de derecho a prestaciones. Los andaluces se hallan desvalidos ante el deterioro pertinaz de las listas de espera en los hospitales y el precipicio por el que se despeña la enseñanza pública. Están hartos de percibir como el acceso a la función pública andaluza dejó de ser cuestión de igualdad, mérito y capacidad para convertirse en una dedocracia cada vez más obscena en ayuntamientos, diputaciones y esas agencias que tiempo ha también salieron de la chistera, mientras profesores, médicos, enfermeros e interinos de todo tipo eran mandados al desempleo y a la emigración.
Los andaluces permanecen indefensos ante la opacidad con que muestran la administración de lo público. Se ven superados al conocer como miles de millones de euros destinados a la formación de 1.400.000 parados (el 34% de la población activa andaluza) se han marchado por las cloacas para el beneficio de amiguetes y colegas mientras la mayoría de los sin empleo carecen de derecho a prestaciones. Los andaluces se hallan desvalidos ante el deterioro pertinaz de las listas de espera en los hospitales y el precipicio por el que se despeña la enseñanza pública. Están hartos de percibir como el acceso a la función pública andaluza dejó de ser cuestión de igualdad, mérito y capacidad para convertirse en una dedocracia cada vez más obscena en ayuntamientos, diputaciones y esas agencias que tiempo ha también salieron de la chistera, mientras profesores, médicos, enfermeros e interinos de todo tipo eran mandados al desempleo y a la emigración.
Y ahora vienen y nos
piden el voto otra vez, sin más
argumentos que el cinismo más contumaz. Pero nosotros quedamos
a la espera de respuestas, Sra. Susana Díaz.
Magnífico, Antonio. Muy valiente y llamando a las cosas por su nombre. Precisamente yo, con mi pasado militante y mi salida por ver cómo el aparato se consolidaba por encima de cualquier desvergüenza, lo entiendo mejor que nadie, creo.
ResponderEliminarMe duele profundamente, como andaluz, como ciudadano cuyos derechos se lesionan continuamente, como persona que no se ha llevado jamás un euro de la administración y como socialista frustrado.
Un abrazo,
AG
Tú con carné y yo sin él siempre discurrimos por una senda similar, trabajar para contribuir a mejorar la sociedad, porque creímos que era posible alejarnos del oscurantismo en el que nacimos para que nunca lo sufrieran nuestros hijos. Y seguramente pusimos algún que otro grano de arena para lograrlo.
ResponderEliminarAhora, en el ocaso, nos ha explotado toda esta inmundicia que debiéramos haber visto mucho antes. Pero nos habían emborrachado astutamente. Asumamos nuestra culpa.
A mi, ahora, sólo me queda el voto, pero con estos argumentos éstos nunca más me van a convencer.
Un fuerte abrazo Alberto
Cada cual tiene su opinión pero si me preguntas yo estoy de acuerdo contigo. Saludos
ResponderEliminarGracias Isabel. Saludos.
EliminarBuen post Antonio, espero las urnas y los votantes sepan poner a cada uno en su sitio, aunque para algunos esa potestad la tiene la justicia y por esos lares al igual que en otras comunidades parece anda tomando finos cuando el reo o presunto son de esa calaña.
ResponderEliminarEso esperamos mucha gente. Saludos.
EliminarSe puede decir más alto, pero no más claro. Después de leer tu carta, Antonio, no creo que haya uno que no reflexione aunque sea un poquillo. Verdades como puños. Desde la distancia me lastima esto que la Casta le está haciendo a Andalucía, y a España. Esta PornoPolítica que nos avergüenza internacionalmente, que como en un film de esos que tienen todas las "X", hace una ostentación lúbrica de su impunidad, es verdaderamente asqueante. Fuerza, compañeros!
ResponderEliminarGracias por su comentario. Saludos.
EliminarDe nuevo Andalucia es victima de la ambición politica de su clase dirigente, , evidenciando su necesidad de utilizar determinadas maniobras para conseguir su unico objetivo, su perpetuación como clase dominante.
ResponderEliminarHoy, Susana Diaz teme haberse equivocado ...
Año y medio ha tenido la señora para convencernos de que lo suyo no era más de lo mismo. Ahora, cuando la jugada electoral no le ha salido perfecta, clama en nombre de Andalucía. Lo tiene muy fácil: que salga por su Canal Sur y diga a los andaluces algo diferente que se pueda creer.
EliminarSaludos