martes, 4 de junio de 2013

La mejor noticia del día

Como cada día los medios de comunicación han inundado la jornada de noticias. Algunos han coincidido en que las de hoy son mejores de lo que viene siendo habitual. Uno no lo termina de creer. No lo debe creer. Nos han acostumbrado, cual manso rebaño, a encajar la de cal un día y la de arena otro. El presidente del gobierno ha encontrado el subterfugio de decirnos: "a día de hoy no tengo intención de... hacer esto o lo otro", para transmitir mensajes de tranquilidad a la ciudadanía. Pero claro, a día de hoy es solo hoy, es decir, que lo dicho hoy puede que ya no sirva para mañana. Con ese discurso, la semana que viene queda habilitada para privatizar, suprimir o esquilmar otro servicio social a golpe del siniestro tambor de la Troika.

Pero volvamos a las buenas noticias del día y repasemos algunas de ellas. La mañana ha sorprendido a España con un descenso de las cifras del desempleo 98.265 en el mes de mayo, si bien algunos ya han advertido que dicha subida puede tener un origen estacional y que habrá que esperar a los próximos meses para constatar si la bajada se convierte en una tendencia y podemos cantar, por fin, un ¡aleluya!


También hemos ido sabiendo, después de que la juez Alaya levantara el secreto de sumario del caso de los ERES de Andalucía hace unos días, nuevos detalles sobre el vergonzante lodazal organizado por una panda de chorizos instalados durante años en lo más elevado de las instituciones de la Junta de Andalucía. Las noticias sobre el asunto, aunque producen vergüenza ajena y sonrojo entre los andaluces decentes, pueden ser consideradas como positivas si contribuyen a desenmascarar la trama repugnante de los que ya se conocen como los señores del sur, y que todos rindan cuentas ante la justicia y el pueblo.


El actor y periodista malagueño Antonio de la Torre, premiado anoche por la Unión de Actores como mejor actor nacional, se ha atrevido a dedicar su premio a todos los trabajadores públicos, tan denostados no se sabe bien al servicio de que torticeros intereses. Bueno, ya vamos sabiendo poco a poco a quienes obedecen. No obstante, hoy solo me quedo con la buena noticia del atrevimiento de Antonio de la Torre por ir al terreno de lo insólito y dar al César lo que es del César en lo que a los funcionarios respecta.

Pero, sin duda, me ha producido emoción saber que doce jóvenes, pertenecientes a la última hornada de nuevos talentos de nuestro país, han mostrado su repulsa a la política educativa del gobierno negando el saludo al ministro José Ignacio Wert, como artífice de la LOMCE, en la ceremonia de entrega de los Premios Nacionales Fin de Carrera, mientras que el público aplaudía y levantaba su voz en favor de la enseñanza pública. Como no, rápidamente han sido reprendidos por el TDT Party y la prensa ultramontana nacional, tachándoles de mal educados y lanzando toda clase de improperios para amonestar a quienes son el mejor escaparate de la juventud española.


El mejor argumento que encuentra la bufonada mediática es que son solamente 12 los jóvenes díscolos entre 129 elegidos. Doce son exactamente el 9,30% del total de los seleccionados. Y eso no es tan poca cosa en un país en el que son héroes lo que escasea. La mayoría, en cambio, permanece como manada asistiendo, como bobos, a lo que han convertido en un espectáculo bochornoso y donde hemos comprado discursos ideológicos que nos han conducido al abismo. Es justo donde nos quieren tener.



Que la juventud se subleve es alentador. Que la juventud proteste es necesario. Que la juventud despierte de la borrachera en la que ha sido educada es terapéutico. Que la juventud se posicione es la mejor noticia del presente de cara al futuro. 

Los jóvenes que hicieron el desplante a Wert no son mal educados. Solo mostraron su compromiso con una causa. Simplemente negaron el saludo a quien desde que fue aupado a su ministerio no ha cesado de maltratar y perder el respeto a todo el mundo. ¿Qué clase de urbanidad puede exigir quien ha tomado, con soberbia, decisiones que solo apuntan al descrédito de lo público? 

Personajes como Wert han conseguido que se hable con naturalidad de juventud sin futuro, que se utilice la obscena expresión movilidad exterior, que se asuma el retroceso de los derechos sociales, que cualquier mindungui se atreva, frente a una cámara de TV de audiencia millonaria, a demonizar a quienes son el futuro de nuestro país. A Wert se le puede negar tranquilamente el saludo, desde luego, y si es públicamente mejor.

A.G.G     




Al terminar estas reflexiones es casi la medianoche. Siento el ánimo algo inquieto. Que sea la música quien lo calme. Que sean los nuevos genios de este hermoso arte. Que sea Norah Jones resucitando a Elvis. Buenas noches.




M Ú S I C A



Jerry Leiber y Mike Stoller fueron dos compositores y productores de discos norteamericanos cuyos mayores éxitos tuvieron lugar en los años 50 y 60 del siglo pasado. Grandes clásicos del rock and roll como Jailhouse Rock, Kansas City o Stand By Me, están entre sus composiciones y que podemos recordar en las voces de Elvis Presley, The Beatles o Ben E. King, por citar algunos.




En 1956 compusieron Love me, una tierna canción, que Elvis Presley convertiría en éxito al incluirla en su segundo álbum (Elvis). Cincuenta años después (2006), esta misma canción la encontramos en el álbum The Little Willies, banda norteamericana del mismo nombre y en la que participa como pianista y voz principal Norah Jones. Disfrútenla.

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